Creo puentes con palabras|

Sobre mí
Lo que me hizo mirar distinto
Nací en España, pero crecí en Colombia.
Crecí entre dos lenguajes, dos formas de nombrar lo mismo, y aprendí pronto que no existe una única manera de entender el mundo.
Ahí nació mi fascinación por el lenguaje: por cómo construye, por cómo puede herir o abrazar.
Escribir no fue una decisión
No recuerdo cuándo empecé a escribir, pero sí recuerdo por qué seguí haciéndolo: para no quedarme mudo ante lo que me dolía, para inventar sentido cuando faltaba.
Con el tiempo, descubrí que escribir también podía ser un modo de pensar, de cuestionar, de transformar.
Una forma de traducir lo inefable —no con respuestas, sino con preguntas mejores.
Todo parte de una pregunta
Cada proyecto que emprendo nace de eso: una duda que no se calla.
Ya sea académico, periodístico o creativo, busco que lo que hago dialogue con lo real, pero también lo desestabilice un poco.
Y en el fondo, que se parezca a mí: curioso, crítico, sensible.
Y profundamente convencido de que el lenguaje puede —y debe— ser una herramienta para la empatía.